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Me vino esta palabra del Señor:
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- Hijo de Adán, cuando la casa de Israel habitaba en su tierra, la
contaminó con su conducta y con sus malas obras. 18
Entonces derramé mi cólera sobre ellos por la sangre que habían
derramado en el país y por haberlo contaminado con sus ídolos.
19 Los esparcí por las naciones y anduvieron dispersos por los
países; según su proceder y sus malas obras los juzgué. 20
Al llegar a las diversas naciones profanaron mi santo nombre, pues
decían de ellos: “Estos son el pueblo del Señor, han tenido que
salir de su tierra”. 21 Entonces sentí lástima de mi
nombre santo, profanado por la casa de Israel en las naciones adonde
fue. 22 Por eso, di a la casa de Israel:
«Esto
dice el Señor: No lo hago por vosotros, casa de Israel, sino por mi
santo nombre, profanado por vosotros en las naciones adonde
fuisteis. 23 Mostraré la santidad de mi nombre ilustre
profanado entre los paganos, que vosotros profanasteis en medio de
ellos, y sabrán los paganos que yo soy el Señor - oráculo del
Señor- cuan do les muestre mi santidad en vosotros. 24
Os recogeré por las naciones, os reuniré de todos los países y os
llevaré a vuestra tierra. 25 Os rociaré con un agua pura
que os purificará, de todas vuestras inmundicias e idolatrías os he
de purificar. 26 Os daré un corazón nuevo y os infundiré
un espíritu nuevo; arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra y
os daré un corazón de carne. 27 Os infundiré mi espíritu
y haré que caminéis según mis preceptos y que pongáis por obra mis
mandamientos. Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres;
vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios.